Supremo Consejo Venezuela
Supremo Consejo Venezuela
EL primer SUPREMO CONSEJO del mundo

Un importante motivo de discusión durante mucho tiempo ha sido la razón de la existencia de los Altos Grados o Grados Escoceses. La inclusión de otros grados superiores a la Masonería Simbólica es lo que da origen al Escocismo, ya que a través del tiempo se ha sido demostrado que los grados superiores al tercero se deben a la necesidad de mejorar los estudios y la investigación de múltiples temas filosóficos y esotéricos de alto contenido simbólico dentro de la Francmasonería. Estas enseñanzas son las que llenan los valores morales y espirituales de los iniciados, ya que profundizan en temas enriquecidos con diversas corrientes, tales como el Hermetismo, la Kábala, el Tarot, el Gnosticismo y la Alquimia, entre otros.

El inicio de esta serie de acontecimientos es el discurso del Q.·. H.·. Andrew Michael de Ramsay, conocido como el Caballero Ramsay, realizado el 26 de Diciembre de 1737 en la Gran Logia de Francia. Siguiendo a Cornejo (2014), vemos que este masón escocés fue un personaje muy particular, de elevada cultura, ha sido calificado tanto de gran reformador de la Orden como de emisario secreto de los jesuitas. Fue el primer autor que relacionó la Masonería con la Orden del Temple. Contribuyó ampliamente a elevar el nivel intelectual de la Orden. Y el espíritu de su famoso discurso representa la integración de la Masonería Operativa con los valores de la Caballería, combinación que determinó la conformación de numerosos Altos Grados. Su influencia permitió la rápida difusión de las Logias Escocesas, primero en Francia, luego en Inglaterra y después en todo el mundo. Su manuscrito fue legado al Consejo de Emperadores de Oriente y Occidente en 1789, poco antes de su muerte.

En 1744 Etienne Stephen Morin fundó en Burdeos una Logia de Maestros Escoceses, lo que determinó en inicio del florecimiento del Escocismo. En 1758 se instaura en Francia el Consejo de los Emperadores de Oriente y Occidente, que organizó los llamados “Altos Grados”, así el origen del R.·. E.·. A.·. y A.·. y las grandes Constituciones de Federico II de Prusia, se consideran forjados en este Consejo. Donde previamente se habían incluido elementos de la Alquimia, la Kábala y el Hermetismo.

El 27 de agosto de 1761, los Diputados Generales del Arte Real, los Grandes Vigilantes y Oficiales de la Grande y Soberana Logia de San Juan de Jerusalén establecida en París, y el Soberano Gran Consejo de de los Sublimes Caballeros del Real Secreto y Príncipes de la Masonería, concedieron el privilegio a Etienne Morin, entregándole una carta patente, por la cual tenía plenos poderes para multiplicar los Grados Sublimes de la más Elevada Perfección, y crear Inspectores en todos los lugares donde no se hubieren establecido estos grados.

Poco tiempo después, Morin embarcó hacia las Antillas en América. El Rito por él practicado era el Rito de Perfección en 25 grados que, con el agregado de 8 nuevos grados, conformaría finalmente el Rito Escocés de 33 grados. Morín estableció cuerpos del Rito de Perfección en varios países de América Central. En Santo Domingo nombra Diputado Inspector General a Henry Andrew Franken, con poderes para designar a otros tanto en las Indias Occidentales como en Norte América. Luego Franken designa a Moisés M. Hayes como Diputado Inspector General para Norte América. Este, a su vez, invistió a Barend Moses Spitzer en Charleston. Después reunidos en Filadelfia, todos confieren este grado a Moses Cohen, y éste a Isaac Long, quien lo otorga ulteriormente a Augusto, Conde de Grasse-Tilly nuevamente en Charleston. El Rito de Perfección se propaga a Jamaica, Santo Domingo y varias ciudades de Estados Unidos, especialmente en Charleston. Todo gracias a estos masones y a los subsiguientemente nombrados Isaac Da Costa, John Mitchell, Federico Dalcho, Joseph M. Hyens y Jean Baptiste Marié Delahogue. Por cuyo conducto los Grados Sublimes fueron diseminados entre los masones estadounidenses.

En 1797 se instala el Sublime Gran Consejo de Príncipes del Real Secreto en Charleston. Y finalmente el 31 de Mayo de 1801 en el Supremo Consejo de Charleston se presenta por primera vez el Rito Escocés Antiguo y Aceptado con los 33 grados que hoy en día conocemos. Siendo John Mitchell el primer Soberano Gran Comendador de este primer Supremo Consejo. El 04 de Diciembre de 1802 se comunica por una circular al mundo la instalación de este Supremo Consejo, del día 21 de Febrero de ese año.

De esta misma época es el Manuscrito Francken, que es la copia que Andrew Francken efectuó de los Rituales que Morin trajo de Europa, y que hoy es uno de los documentos más valiosos acerca del origen del Rito Escocés.

Orlando (2014), indica que el conde de Grasse-Tilly regresa a Francia en 1804 y funda allí el primer Supremo Consejo de Europa, actualmente considerado el abanderado en la regularidad masónica en el mundo.

EL SUPREMO CONSEJO .·. HISTORIA DEL SUPREMO CONSEJO DE VENEZUELA

De nuevo citando al mismo autor, éste indica que el 24 de Junio de 1824 se constituyó el Supremo Consejo Confederado del grado 33 de Colombia, mediante los poderes del Muy Il.·. H.·. José Cernau, pero de quien después se supo que había sido expulsado en 1813 por el Supremo Consejo de Charleston. Debido a lo cual se refunda el 10 de Mayo de 1840 con el nombre de Supremo Consejo Confederado del Grado 33 para la República de Venezuela. Sin embargo, por sus orígenes es considerado irregular, hasta 1865 cuando obtiene su reconocimiento.

Dados los tristes acontecimientos acaecidos por el írrito decreto Nº21, la Masonería venezolana se divide y los seguidores de la Constitución Unificadora de 1956 se separan de la sedicente Gran Logia regida por la Constitución de 1824. Pero el Supremo Consejo Confederado no mantiene su imparcialidad ante los hechos absurdos e inaceptables ocurridos durante el cisma de la Masonería en nuestro país. Durante siete años varios de los integrantes del Supremo Consejo, sufren la arrogante e intransigente actitud y conducta del Supremo Consejo Confederado, es entonces cuando consideran la posibilidad de fundar otro Supremo Consejo, para darle continuidad a las enseñanzas esotéricas, filosóficas y del Rito en general.

Es en Julio de 1963, cuando se constituye una Comisión Permanente que intenta poner orden en el caos, bajo los principios de la regularidad. Se realiza un arduo trabajo y se efectúan consultas a las Logias del Simbolismo, a las Logias de Perfección, a los Capítulos, a los Consejos Kadosh y a otros Supremos Consejos de América. Finalmente, basándose en el análisis de los requisitos legales pertinentes a esta situación, se decide fundar el 15 de Diciembre de 1963, en el Campamento de La Guaira, Distrito Federal, hoy Estado Vargas, el Segundo Supremo Consejo del grado 33 y Último del Rito Escocés Antiguo y Aceptado para la República de Venezuela. Siendo esta denominación legalmente modificada en Junio de 2005, a Supremo Consejo de Venezuela de Grandes Inspectores Generales del Grado 33 del rito Escocés Antiguo y Aceptado-Segundo y Último para la República Bolivariana de Venezuela.

La creación de este Supremo Consejo de Venezuela, se ajustó a las Leyes Masónicas, a los principios de la Regularidad y a las Grandes Constituciones de Federico II de Prusia. En ese momento se consideró esencial que un miembro activo del Primer Supremo Consejo, el Muy Il.·. H.·. Elio Soto Martheyn, con la colaboración de otros HH.·. del grado 33, asumieran la responsabilidad de la fundación del Segundo Supremo Consejo.

Se inicia la renovación en este alto cuerpo del Escocismo, se redacta la Carta Constitutiva del Supremo Consejo, se instalan las Cámaras 31º y 32º, se sancionan los Estatutos y la Ley Orgánica, se imprimen Liturgias y Leyes, y se establece el Tratado de Paz, Amistad y Solidaridad con la Gran Logia de la Constitución de 1956, entre otros destacados hechos.

Hoy podemos ver, como gracias a todo este arduo trabajo de 53 años de lucha infatigable dentro del Escocismo, muchos masones han ampliado sus conocimientos, muchos han mejorado su conducta con su familia y con los grupos sociales donde conviven, con mejor dedicación a prepararse para las labores sociales que desempeñan, así como aportan un mejor servicio a nuestro país; para finalmente encontrar el camino a la Verdad hacia el G.·. A.·. D.·. U.·. .

El Supremo Consejo de Venezuela siempre se ha caracterizado por su rectitud, firmeza y decisión ante los acontecimientos de nuestra nación y ante la Francmasonería venezolana. Este Sublime Cuerpo del Escocismo ha sentado las bases suficientemente sólidas para sostener la Gran Obra de la Masonería. La labor realizada ha sido perseverante y constante, basada en los trabajos realizados con celo, constancia y fervor, y sobre todo con el más fraterno amor que caracteriza a los verdaderos iniciados.

Finalizo con las palabras del Caballero Ramsay:
“Dirigir nuestros pasos hacia el conocimiento; encontrar la Sabiduría; conocer y hacer amar la Francmasonería; buscar la universalidad del género humano a través del tiempo y del espacio; construir en nosotros el hermoso Templo de la Virtud y procurar que los demás hagan lo mismo de la mejor manera posible; unir aquello que está diversificado, descubriendo bajo las diferencias el sello permanente de la trascendencia; buscar, descubrir y hacer vivir dentro de nosotros mismos el verdadero secreto de la Francmasonería: la Verdad”.

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GRAN TEMPLO MASÓNICO, Avda. Soublette, La Guaira - Edo. Vargas, Venezuela

©SUPREMO CONSEJO DE VENEZUELA
de Soberanos Grandes Inspectores Generales del Grado 33° del Rito Escocés Antiguo y Aceptado
Segundo y Último para LA República Bolivariana de Venezuela

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